La incidencia de estos tumores está creciendo, debido a motivos como los xenoestrógenos o una maternidad cada vez más tardía. En 2025, se diagnosticarán más de 37.500 nuevos casos en España, aunque la mortalidad seguirá descendiendo

El cáncer de mama será el segundo tumor más diagnosticado en España en 2025, y el primero en mujeres. GETTY IMAGES
El cáncer de mama será el segundo tumor más diagnosticado en España en 2025, y el primero en mujeres, con más de 37.500 nuevos casos previstos. En los últimos años, su incidencia ha crecido, pero al mismo tiempo la mortalidad ha descendido, gracias a los programas de cribado y a la mejora de los tratamientos. A pesar de que continúa siendo la primera causa de muerte por cáncer en las mujeres españolas, el objetivo de los oncólogos es cronificar la enfermedad y evitar recaídas, una meta que están convencidos de que se puede alcanzar.
“El objetivo es la tasa de recaída cero, y se puede conseguir. Hay muchas enfermedades que se pensaba que no se podía encontrar una solución, como la tuberculosis, y al final se encontró”, declara a RTVE.es Miguel Martín, presidente del Grupo Español de Investigación de Cáncer de Mama (GEICAM), que celebra hasta el 28 de marzo en Madrid la cita científica relacionada con este tumor más importante de España.
Como explican los propios especialistas, las causas por las que la incidencia del cáncer de mama está aumentando son múltiples. Por un lado, las mujeres tienen menos hijos y a una edad más tardía. Además, hay menos lactación, que no solo tiene efectos protectores para los bebés, sino también para sus progenitoras. Finalmente, están los estrógenos, que se relacionan con el desarrollo del cáncer de mama, ya que pueden estimular la proliferación de células mamarias y favorecer mutaciones genéticas que aumentan el riesgo de malignidad. Y aquí hay un problema añadido. Además de los propios estrógenos de las mujeres, cada vez hay más productos en nuestra vida diaria que tienen una acción estrogénica, —conocidos como xenoestrógenos—, lo que también ha colaborado en este incremento del riesgo.
Paradójicamente, el mayor número de casos también ha facilitado la proliferación de ensayos clínicos, especialmente en un país como España, que es el tercero a nivel mundial en este tipo de investigaciones, solo por detrás de Estados Unidos y China. “La investigación del cáncer de mama se encuentra en un momento muy dulce, porque dada la enorme frecuencia de la enfermedad, tenemos más opciones para encontrar tratamientos que funcionan, de ensayar nuevos fármacos”, apunta Martín.

Miguel Martín, presidente del Grupo Español de Investigación de Cáncer de Mama (GEICAM), en el centro de la imagen. GEICAM
Oncología más personalizada
El punto de inflexión en la investigación de esta enfermedad se produjo en la década de 1990. Hasta ese momento, se producían aproximadamente un 50% de recaídas entre las pacientes con cáncer de mama metastásico, una cifra que en apenas tres décadas se ha reducido a la mitad, hasta el 25% de los casos. “Todo ha cambiado desde que a últimos del siglo pasado se empezó a conocer que era una enfermedad múltiple, no una única patología”, explica Martín, quien describe cómo “antes tratábamos a todo el mundo prácticamente igual, pero ahora hemos visto que cada tipo de tumor tiene unas alteraciones moleculares diferentes, que hace que sean candidatos a diferentes medicamentos específicos”, lo que ha permitido individualizar el tratamiento y mejorar los pronósticos.
El mayor problema de las pacientes con cáncer de mama metastásico es que, cuando se produce una recaída, no existe curación para ellas. Al menos de momento. Pero sí que disponen de fármacos que les permiten vivir una mediana de entre 6 y 7 años. “Puede parecer poco, pero hay que tener en cuenta que antes solo vivían un año”, opina el presidente de GEICAM, y agrega que “además se trata de tratamientos relativamente tolerables, por lo que estas mujeres pueden vivir esos años en un buen estado general”. “Aunque no exista cura, como cada año salen nuevos fármacos, esta supervivencia se va a ir prolongando poco a poco, hasta conseguir cronificar la enfermedad“, manifiesta este oncólogo con confianza.
Sin embargo, también deja claro que la supervivencia continuará aumentando en dos de los tres tumores más frecuentes, el HER2 y el luminal, aunque no en el caso del cáncer de mama triple negativo, el más agresivo, que representa entre el 10% y el 15% de los casos y es más común en mujeres jóvenes. “Este es nuestro principal caballo de batalla, porque no tenemos fármacos eficientes como para seguir prolongando la supervivencia”, subraya.
Un último aspecto al que alude es el de las pacientes que son diagnosticadas sin metástasis, y que en principio son curables. La tasa de recaída en ellas actualmente es del 20-22% y el objetivo también es llegar a la tasa de recaída cero, “lo que quizá es más fácil de conseguir que cronificar la enfermedad de las que recaen con cáncer de mama metastásico”, según Miguel Martín. En todo caso, recuerda que para ello “hace falta mucho esfuerzo de investigación”, y pide una mayor financiación por parte de la Administración pública.