Contra de La Vanguardia del 09/08/2019: Dr. Albert Tuca, vicepresident de la Fundació Oncolliga i coordinador de la Unitat de Suport i Cures Pal.liatives de l’Hospital Clínic de Barcelona

Dr. Albert Tuca, vicepresident de la Fundació Oncolliga i coordinador de la Unitat de Suport i Cures Pal.liatives de l’Hospital Clínic de Barcelona

Tengo 62 años: con la edad pierdes agilidad mental, pero ganas capacidad reflexiva y de organizar lo que ya sabes. Nací en Barcelona, capital biomédica. Soy católico no practicante. La buena noticia oncológica es que sobreviven muchos más enfermos de cáncer; la mala es que cada vez hay más

Vamos ganando

Estamos rodeados de una comunidad anónima de afortunados que fueron enfermos de cáncer y hoy están plenamente curados o conviven con la dolencia de forma cada vez menos penosa. Ese grupo de resistentes y victoriosos ante lo que era una condena a muerte es cada vez mayor –el 50% de los enfermos–, y hace tan sólo 20 o 30 años no hubieran sobrevivido. Es una de las razones de que España goce de la segunda mayor esperanza de vida del planeta, pero ese triunfo colectivo, gracias sobre todo a una sanidad gratuita, pública, universal y eficiente, tiene el inconveniente de que es la razón última –vivimos más, luego enfermamos más– de que se incrementen también los nuevos casos.

Cada vez hay más o menos enfermos de cáncer?

A ver: hay un cambio epidemiológico con buenas y malas noticias. La buena noticia es que cada vez curamos más cánceres: ya estamos en el 50% de ­curación.

¿Incluso si te detectan el cáncer ya avanzado?

Incluso en las fases más avanzadas las expectativas de supervivencia están aumentando mucho.

¿Todos los pacientes viven ahora más y mejor?

Hoy los pacientes oncológicos tienen más calidad cognitiva y funcional y, además, hay otro factor que ha mejorado su autoestima y su día a día y es que ya no están estigmatizados. En eso hemos dado todos juntos un gran paso adelante.

¿Y la mala noticia?

Es que la incidencia del cáncer aumenta y aumentará todavía más en el futuro.

¿Por qué?

Básicamente por el envejecimiento de la población. Hay otros factores exógenos, como la contaminación, la exposición a tóxicos o los malos hábitos alimentarios o estilos de vida. Cada día se detectan más casos. Esa es la mala noticia: más incidencia de cáncer, más diagnósticos y más personas viviendo con cáncer.

¿Cómo han cambiado las terapias?

Actualmente se está produciendo una atomización de la medicina. La tecnología y los conocimientos necesarios son tan complejos que hacen que los médicos se especialicen en una parte de la enfermedad y se centren en la medicina de precisión del tumor para mejorar las alternativas de los tratamientos.

¿También avanzan las terapias?

Las terapias dirigidas y la inmunoterapia son cada vez más efectivas, y en las próximas décadas cambiarán la estrategia del tratamiento y habrá mejores respuestas, mejor tolerancia, menor toxicidad y mayor tasa de supervivencia también para los cánceres que se detectan tarde.

¿Y en su campo?

Los pacientes cada vez están mejor tratados, con un abordaje más integral de las terapias: la mejora ha sido generalizada y profunda para todos. Está pasando de ser una enfermedad mortal a crónica, pero con complicaciones que pueden ser intensas, y todo el dispositivo asistencial se está ajustando a esas necesidades.

¿Cómo?

Primero, con un diagnóstico bien vehiculado que permite terapias muy dirigidas y personalizadas. Y es que lo que es bueno contra un cáncer no sirve en otro.

¿En qué consisten los nuevos tratamientos?

Mejoran la probabilidad de respuesta del paciente para hacer frente a la enfermedad y disminuyen el perfil de toxicidad.

¿Cómo lo viven los pacientes?

En el campo del tratamiento de los síntomas también se avanza para evitar las complicaciones del cáncer. Cada vez es más importante mejorar la calidad de vida de los pacientes controlando los síntomas.

¿Cómo se consigue?

Con una buena investigación básica y clínica que permite disponer de nuevos medicamentos de acción muy potente, rápida, eficaz y segura.

¿La mayor supervivencia replantea las cosas?

Cada vez se van a tener que destinar más recursos para apoyar a los enfermos crónicos y supervivientes de cáncer.

¿Aumentará la demanda de camas en los hospitales?

Cada vez necesitamos más camas en la unidad del Clínic donde ejerzo. Dentro de cinco años se precisará al menos un 15% más de plazas para atender las mismas necesidades. Y en 20 años… ni se sabe.

¿Cómo evoluciona la atención a estos pacientes crónicos avanzados?

Con proyectos para hacer más transversal la atención y el apoyo a los enfermos. Cuanto más avanzada está la enfermedad más aumentan las necesidades.

¿En qué les dan apoyo?

Desde la fundación que dirijo se les ayuda a convivir con la enfermedad con apoyo social y psicológico. Padecer cáncer tiene un impacto físico, funcional y de amenaza vital, y tratamos de paliarlo.

¿En qué consiste este apoyo?

Tratamos de hacer visibles las necesidades reales de los enfermos de cáncer y colaboramos en los recursos sanitarios.

¿Y quienes no tienen recursos?

Soy firme partidario de la sanidad pública porque entiendo que la salud es un derecho. Por eso nadie por no tener recursos debe dejar de tener calidad asistencial.

¿Cómo debe ser el modelo de sanidad?

Yo creo que el mejor modelo y el más justo es el de la sanidad pública, universal y gratuita. Y la prueba es que nuestra esperanza de vida es superior a la de EE.UU., aunque allí tengan más tecnología e inviertan mucho más en investigación, pero sólo unos pocos se benefician.